Triana no es solo famosa por su calle Betis, también lo es por su amplia oferta gastronómica, con bares de toda la vida de barras con solera, comida tradicional, y, por suerte, también se están abriendo numerosos negocios de restauración de cocina actual e innovadora, pero siempre con la esencia de una sonrisa trianera. Además de disfrutar al sol de restaurantes con terraza. Como el restaurante de la O a la orilla del río Guadalquivir.
También hay restaurantes en los remedios para quitarse el sombrero, donde sus platos dan para hablar un par de páginas más. Claro ejemplo puede ser el restaurante victoria 8.
Desde el Tardón al antiguo puente de barcas (hoy Puente de Triana), desde El Cachorro hasta Plaza de Cuba, nos perderíamos en cada rinconcito, saboreando la esencia y el saber estar del barrio. Mezcla de capillitas trianeros con corrales de vecinos rehabilitados. Y como decía aquella letra flamenca… mira si soy trianero, que estando en la calle Arjona, me considero extranjero. Güasa trianera.