1. En un bol con hielo y agua, cortar las partes blandas de los espárragos en trozos de unos 3 centímetros, desechando las partes más duras.
2. Calentamos el aceite, en perol o sartén con profundidad, y añadimos los 3 dientes de ajo y las rebanadas de pan. Cuando esté todo frito, apartamos la sartén del fuego y añadimos el ajo y el pan a un mortero.
3. Al mortero añadimos también la sal, el comino, la pimienta y el vinagre, y majamos hasta conseguir que se fusionen lo más posible.
4. Volvemos a poner la sartén en el fuego y añadimos el pimentón, cuidado que no se queme, sólo dejar 5 segundos y añadir inmediatamente todo lo que hay en el mortero. Toca remover un poco.
5. Escurrimos los espárragos y añadimos a la sartén.
6. Cubrimos los espárragos con dos vasos de agua y removemos. Tapamos y esperamos que se pongan tiernos, alrededor de 15 minutos. Rectificamos de sal si hiciese falta.
7. Destapamos, añadimos los huevos separados para que no se unan, y volvemos a tapar la sartén, apagando el fuego y aprovechando sólo el calor residual.
8. Ya solo falta que abras una botella de buen vino andaluz y a saborear esta rica receta. Yo os recomiendo un vino de la tierra de Cádiz, GARUM, de Bodegas Luis Pérez.