Sacamos el chuchillo afilado que tu abuela guarda con tanto cariño, y cortamos la berenjena en láminas finas. Los tikismiquis de las cocinas usarán una mandolina.
Para que las berenjenas queden más suaves a la hora de hacer los rollitos, podemos pasarlas unos minutos por una sartén con una pizca de aceite.
En un bol, o como diría mi abuela, en un cacharro, mezclamos el requesón con las nueces picadas, y un poco de albahaca picada. Le añadimos una pizca de sal.
Para montar los rollitos, ponemos una cucharada del relleno en el centro de la lámina de berenjena, según la anchura. Los enrollamos y lo vamos poniendo en una fuente apta para el horno, en la que hemos puesto la salsa de tomate de base.
Colocamos los rollitos y ponemos un poco de queso parmesano rallado, junto con un poco de albahaca en cada rollito.
Cocinamos en el horno, precalentado a 200º previamente, unos 12-15 minutos, y cuidado al sacar la fuente, que eres capaz de dejarte las yemas de los dedos gorrión.
Para la presentación, lo sacamos en una bandeja y decoramos con nueces alrededor. Y ya tienes un plato fácil de hacer, saludable, y rico rico.