¿TOMAR CERVEZA DESPUÉS DE HACER DEPORTE?
El sábado pasado entré en gran disputa sobre tomar cerveza después de hacer deporte, y me tuve que reír con mi compadre…
En primer lugar nos fuimos con la bici tempranito, equipados, que parecía que íbamos a correr la Vuelta Ciclista a España, apretaitos con el maillot de colores… pa comernos…
Y no se le ocurre otra cosa que sacar su móvil y enseñarme un artículo donde decía que un catedrático (o uno que vende globos en la puerta de la catedral) de la Facultad de Medicina de la Universidad de Granada, afirmaba la idoneidad de tomar cerveza para la recuperación de metabolismo de los deportistas, eso sí, en cantidades moderadas, facilitando la rehidratación y evitando dolores musculares.
Yo quiero una foto en mi mesita de noche de 15×20, en color, con un marquito plateado de IKEA del doctor Castillo-Garzón.
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Además nos pegamos un paseo bicicletero por nuestra maravillosa ciudad de Sevilla. Aprovechamos el pedazo de carril bici que tenemos, y por ello visitamos el Parque de María Luisa, la Torre del Oro, la Plaza de Toros de la Real Maestranza, el Puente de Triana… hasta que nos dio un siroco y nos paramos en seco, nos miramos, volvimos a ver nuestras pintas y dijimos … nos vamos a tomar cervezas fresquitas en Nervión…
Casi sin decir prácticamente ninguna palabra más, pusimos rumbo a la Cervecería Urbión, en el maravilloso barrio de El Plantinar, donde el sol te eclipsa en esa maravillosa esquina, con una buena Cruzcampo muy fría y una tapa de hueva de maruca… Y para nosotros sería un sacrilegio no ir a casa de nuestro amigo Chipín de El Rincón del Jartible en la calle Ulía. Por cierto, nos puso unos langostinos que nos estaban mirando con ojos insinuantes, y… ¡qué remedio! Al que dijo que chupar las cabezas de los langostinos era malo, tenían que quemarlo en la hoguera…
Mientras tanto me escapé un segundo al baño y cuando volví, mi compadre estaba cantándole a los langostinos … no se que tienen tus ojitos que me vuelven loco, bizca, que me vuelven loco…
Lo sé, puede que no tengamos remedio, somos de tomar cerveza después del deporte.
Finalmente, la que liamos para afirmar con un rotundo No Ni Ná (tres negaciones para una afirmación) que sí, que solo necesitamos una pequeña excusa, llámese bici o pádel, para tomar una cerveza con nuestros amigos después de hacer deporte.
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